Proteger los hijos

POR ignasi Riera
09/11/2022

Reflexión sobre los hijos.

De adolescente me gustaba perderme por las calles estrechas de la Barcelona antigua con una visita obligada a la calle Petritxol, sobre todo por el ambiente que se vive, sus vecinos ilustres, sus comercios, las galerías de arte, chocolaterías, auques, cuchillerías, … Y por una tienda que me tenía el corazón robado.

Bajando a mano izquierda había una ... No sé cómo definirla … Era entre librería, papelería, objetos de regalo … No sé bien qué especialidad tenía. A mí me encantaba perderme entre sus estanterías, sus poesías, sus postes, … Todo tenía un gusto exquisito.

Allí forjé uno de mis sueños provocado por un verso que me encantaba y me obligaba a regresar regularmente a leerlo.

Visitar Barcelona, pasear por Las Ramblas, desviarme a la calle Petritxol, entrar en la tienda i leer mi verso … Era un camino obligado.

Me juré que intentaría aplicar el verso en mi vida y aquel juramento se convirtió en uno de mis sueños de adolescencia.

Un día volví y la tienda ya no estaba, me llevé una gran desilusión:

          -   “¡Mi verso!, ¿dónde está mi verso?”, exclamé.

Durante muchos años he buscado el verso, que no encontraba, sabía de que hablaba: de los hijos, del padre, de un arco, de unas flechas, … Pero no lo había memorizado … Pregunté y nunca encontré, y hoy al ponerme a escribir estas líneas he encontrado el verso:

 

Un precioso verso del poeta Khalil Gibran sobre los hijos.

 

Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida
deseosa de sí misma.

No vienen de ti, sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.

Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas
viven en la casa de mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos
semejantes a ti
porque la vida no retrocede
ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas son lanzados.

Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero
sea para la felicidad
Pues, aunque Él ama
la flecha que vuela,
Ama de igual modo al arco estable.

 

Solo me queda agradecer a todo lo que me ha pasado en la vida, a todas las personas que han hecho posible que yo cumpliera el más grande de mis sueños:

TENER UNOS EXCELENTES HIJOS MUY BUENAS PERSONAS.

Proteger como subir a los hijos ayuda a verlos progresar.